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Historias mínimas

Carlos Sorín

Proyección de la película Historias mínimas, del director Carlos Sorín (Argentina). Argentina-España, 2002 / 94’ Premio Especial del Jurado; Premio SIGNIS; Premio de la FIPRESCI. Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián. España, 2002. Premio Goya a la Mejor Película Extranjera de Habla Hispana. España, 2003. Dirección: Carlos Sorín. Guión: Pablo Solarz. Intérpretes: Javier Lombardo, Antonio Benedictis, Javiera Bravo, Laura Vagnoni, Mariela Díaz, Julia Solomonoff. Sinopsis: A miles de kilómetros al sur de Buenos Aires, tres personajes viajan por las solitarias rutas de la Patagonia austral: Don Justo, ochenta años, dueño retirado de un bar de carretera que ahora regenta su hijo, se ha escapado para buscar a su perro que ha desaparecido; Roberto, cuarenta años, viajante de comercio, hace el mismo viaje en su viejo coche, llevando un incómodo cargamento: una tarta de crema encargada especialmente para el cumpleaños del hijo de una mujer joven, viuda reciente de uno de sus clientes; María, veinticinco años, viaja con su pequeña hija. Lo hace en transporte público. Es una mujer muy humilde que se ha enterado que es ganadora en el sorteo de un programa de televisión. Cada uno viaja por su cuenta pero como sucede en las desérticas rutas patagónicas, sus historias y sus ilusiones se entrecruzan en los escasos paradores. Apta para todos los públicos. Fecha: 15 de marzo de 2013. Hora: 20.00. Entrada: 4 euros. Taquilla Venta anticipada para todas las sesiones. De lunes a viernes de 10.00 a 15.00 y de 16.00 a 20.00. Sábados desde las 19.00. dfty

  Carlos Sorín (Buenos Aires, 1944) Director y guionista. Estudia cine en la Universidad de La Plata. Se vincula a la industria como asistente dirección y fotógrafo del cineasta Alberto Fischerman, pero derivó luego hacia la publicidad en cine y televisión. Entre 1973 y 1976 trabaja como director publicitario en Colombia y en Ecuador. Posteriormente se asocia con Estudio Latino, productora de publicidad que luego da origen a Carlos Sorín Cine S.A., donde desarrolla una prolífica carrera en la industria cinematográfica. En 1986 realiza su primer largometraje, La película del rey, considerada una de las obras más poderosas del cine dentro del cine que se hayan realizado en español, la que lo confirma como uno de los realizadores más importantes y renovadores del cine latinoamericano. Premiada en Festival de Venecia con el León de Plata a la Mejor Opera prima, se transformó en una película de culto. A partir de sus obras posteriores, en las que destaca particularmente Historias mínimas (2002), fue consolidando una importante trayectoria cinematográfica reconocida por el público y la crítica, por la cual ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales. Filmografía (Largometrajes) 1986 La película del rey 1989 Eversmile New Jersey 2002 Historias mínimas 2004 Bombón, el perro 2006 El camino de San Diego 2008 La ventana 2012 Días de pesca

 

Hace unos años, recibí el encargo de realizar un anuncio publicitario para una compañía telefónica en un pueblo perdido en la estepa patagónica, al cual llegaba por primera vez el teléfono. El tema del anuncio era precisamente ese acontecimiento. Para ello hicimos una selección de actores en Buenos Aires y partimos con el equipo hacia el sur.

Llegué a Clemente Onelli (ése era el nombre del pueblo) el día anterior al rodaje y comprobé que la gran excitación que había entre sus ciento cincuenta habitantes, no era tanto por la filmación, sino por el teléfono. Buena parte de ellos jamás lo habían utilizado. Decidí cambiar el rumbo de la producción, dejar la troupe de actores en un hotel de una población cercana y filmar el comercial con los verdaderos habitantes. Ellos trajeron a sus niños, a sus mujeres, los números telefónicos anotados en la palma de la mano, asaron corderos y transformaron el día de rodaje en una gran fiesta. Muchos de ellos hablaron con sus familiares lejanos por primera vez.

El impacto del comercial fue sorprendente y hoy, después de tantos años, sigue siendo quizá el más recordado de la publicidad de nuestro país.

¿Qué había pasado? Sin duda la gente percibió algo verdadero, algo auténtico, totalmente ajeno al mundo artificial de la publicidad y la televisión.

A partir de allí tuve permanentemente la idea de afrontar la realización de un film de ficción con no-actores. Historias mínimas nace de esa idea.

Bocetamos con Pablo Solarz, tres historias y sin concluir el libro, comenzamos un casting amplísimo por todo el país. Horas y horas de grabación, cientos de personas que desfilaban delante de la cámara sin una indicación especial. Concluida una primera selección comenzamos a delinear los personajes en función de los elegidos. Luego vinieron entrevistas para acercar aún más los personajes a quienes los iban a interpretar. En realidad no había mucha diferencia entre unos y otros. Cuando en filmación decíamos ¡Corten! todo seguía más o menos igual. El rodaje con no actores exige varias condiciones. Por un lado una puesta en escena muy flexible, pocas indicaciones y ninguna marca. Por eso rodamos con dos cámaras super 16mm montadas en steadycam para tener una rápida reacción a lo que pudiera pasar. Cada toma era, en cierta medida, imprevisible.

Por otro lado hace falta mucho tiempo y mucho negativo. Tiempo para sacar las inhibiciones y hacer los rodeos que sean necesarios en la aproximación a una escena y mucho negativo para poder registrar todo, aun aquellas cosas que suceden entre toma y toma. Luego la edición –el momento mágico de la realización de un film- completa la labor.

Rodamos en la Patagonia territorio de mesetas infinitas y rutas interminables. Es difícil filmar en la Patagonia sin terminar haciendo una road-movie. Las distancias y los viajes ocupan buena parte de los proyectos y deseos de sus habitantes. Por eso Historias mínimas es una road-movie. Los personajes atraviesan con sus pequeñas historias los paisajes jurásicos, donde los cambios sólo son medibles en millones de años. Siempre me gustó ese contraste que habla de la precariedad de los deseos.

El cine nace de un engaño. Si nuestro cerebro pudiese captar cada una de las veinticinco imágenes que se proyectan en un segundo, independientemente, sin entrelazarlas, el cine no sería posible. Y después sigue el engaño: personas que son lo que no son, que además no existen, son sólo luz que proyecta formas y colores. Cuando se encienden las luces de la sala comprobamos que lo único verdadero y real fue la emoción del espectador. A esa emoción apunta Historias mínimas.

 

Dirección: Carlos Sorín Productor:  Martín Bardi Guión: Pablo Solarz Fotografía: Hugo Colace Dirección artística: Margarita Jusid Montaje: Mahomed Rajid Sonido: Abbate & Díaz Música original: Nicolás Sorín Intérpretes: Javier Lombardo, Antonio Benedictis, Gaviera Bravo, Laura Bignonia, Mariela Díaz, Julia Solomonoff, Aníbal Maldonado, Magín César García, María Rosa Ciaferoni, Carlos Monteros

 

Premios

Premio Especial del Jurado; Premio SIGNIS; Premio de la FIPRESCI; Premio de la Asociación de Cine Clubs y Premio de la OCIC. Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián. España, 2002. Premio Goya a la Mejor Película Extranjera de Habla Hispana. Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, 2003.

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