Las pinturas de Pradilla en Casa de América

En 2021 se cumplieron 100 años del fallecimiento del pintor español Francisco Pradilla. Fue algo más que un pintor de historia. Decoró con sus pinturas cuatro salas del Palacio de Linares, sede de la Casa de América. En este vídeo descubrimos todos los detalles sobre estas pinturas con Soledad Cánovas del Castillo, comisaria de la exposición sobre el pintor en el Museo de Historia de Madrid y acompañados por Sonia Pradilla, bisnieta del artista.

Ene este artículo hacemos un repaso a algunas de las piezas que podéis observar en estos cuatro salones del Palacio de Linares.

Salón Embajadores

En el salón de Embajadores, en el techo está la obra las 'Travesuras del Amor', que muestra a Cupido con flecha en ristre, dispuesto cautivar a quien aún no haya quedado prendido con la estancia o la compañía. Cuatro palcos de honor están reservados en la parte superior para cuatro pinturas de Pradilla: dos mujeres que no pierden detalle con sus prismáticos, un trovador que toca el laúd, una dama que curiosea entre los tapices y dos niñas que observan el baile desde la distancia.  

Salón José Martí

El techo del salón José Martí tiene la obra 'Ninfa' de Francisco Pradilla como protagonista de toda la estancia. Una joven se columpia plácidamente sobre una ramas mientras aves revolotean a su alrededor. Da la idea de tranquilidad y reposo, una inspiración para los visitantes que se cobijan entre sus paredes.

Salón Rubén Darío

Levantando la mirada contemplamos al dios del viento, quien esparce un soplo de auras primaverales mientras un grupo de hermosas ninfas y alados genios vagan por el aire. Es 'Fantasías de Céfiro', la obra pictórica de Francisco Pradilla, rodeada de motivos florales y vegetales dorados grabados sobre el techo.

Salón Bartolomé de las Casas

En este salón podemos observar los retratos encargados por los Marqueses de Linares a Francisco Pradilla, que han sido cedidos por el Museo del Prado en calidad de depósito temporal. Las obras salieron del Palacio de Linares en torno a 1940 y tras formar parte de una breve exposición hace 25 años, pasaron a los fondos del Museo del Prado, que se ha encargado de restaurarlos para esta ocasión. Estas monumentales pinturas, de más de dos metros de altura, datan de la última década del siglo XIX y fueron encargadas por expreso deseo de los marqueses a Francisco Pradilla y Ortiz (1848-1921).

Se trata de dos retratos, realizados en lienzo de lino y pintados de cuerpo entero. La Marquesa fue retratada en la escalera principal del palacio, mientras que el Marqués está representado en la biblioteca. Ambas obras son pinturas naturalistas, de corte realista, con pinceladas rápidas y una rica paleta de color, convirtiendo estos dos rasgos en una de las características principales de los cuadros. 

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